Shadhiliya Darqawiya Al-Alawiya

Shadhiliya Darqawiya Al-Alawiya

domingo, febrero 27, 2011

Sobre la necesidad de evitar el trato con malas compañías


Del Fruto de las Palabras Inspiradas. 
Comentario a las enseñanzas de Abu Madyan de Sevilla,
 por el sheij Ahmad Al-Alawi. 




"La prueba de tu confusión (tajlit) es tu trato con gente confusa y la de tu vacío (wahša) es tu trato con gente vacía"
Se dice que "a quien frecuentas, te pareces", que "cada compañía corresponde a una sintonía" y que "cada oveja con su pareja". Existe una afinidad que empareja a todos los seres. El mismo autor dice en otro lugar que "la gente sólo se encuentra a gusto con sus semejantes y por ello se emparejan unos con otros." No hay duda, todo trato supone un vínculo, aunque sólo sea en algún aspecto lejano.
A cierto arif le dijeron que lo tenían en gran estima, y al escucharlo se echó a llorar exclamando "¡Han sentido en mí parte de sus características!" Está claro que el trato presupone una cierta afinidad. Otro arif se encontró un cuervo y una paloma que andaban juntos: "Me asombré de ello, porque eran especies bien diferentes y los pájaros siempre se juntan en bandadas afines. Pero al acercarme para comprobarlo de cerca, me di cuenta que ambos tenían un ala rota. Comprendí, pues, que la razón de ser de aquella relación era la incapacidad de ambos; sin eso, cada uno estaría con los de su especie."
Por la misma razón decimos que el signo del vacío del murîd es frecuentar a
los que están vacíos. Si no tuviera ese vacío, huiría de ellos como el lobo huye
del león.
¡Hermano!, evita las malas compañías, puesto que causan más daño que los
demonios. "No trates con aquel cuyo estado no te lleva a Dios ni sus palabras te
hablan de Él." El trato con los profanos es veneno puro. Incluso, si son parientes son alacranes. Si te familiarizas con ellos su forma de actuar hará mella en ti inevitablemente y te dominará sin que te des cuenta, porque la impronta que deja su mugre te corromperá.
No te excuses con que aunque les trates rechazas su estado. Eso no te justifica.
El corazón sólo acepta lo que concuerda con él. Si gustases de la Verdad y del
trato con sus seguidores evitarías cualquier otro tipo de tertulia. Cualquier otra cosa tendría para ti un olor tan repugnante, un fondo tan pesado y una apariencia tan turbia que no sentirías ningún interés por ella; y menos aún podrías habituarte y compartir el trato con gente de ese tipo.
Si fueses sincero con Dios serias más exigente contigo mismo, te apartarías ~—..
del extravío y huirías lleno de temor de las malas compañías, como el lobo del
león. Escapa -Dios te bendiga- mediante tu fe, cuyo valor pretendes que está por
encima de tu integridad física, y rechaza lo que Dios te ordena rechazar.
"El trato con los innovadores (ahl al-bíd‛a) destruye el corazón"
No trates con quien practica la más mínima innovación, no sea que sus malas
costumbres se hagan contigo. El Profeta —la bendición y la paz sean con él-
dijo: "Toda innovación es un extravío y todo extravío está condenado al
Fuego."
Quien disiente del Libro de Dios y de la Tradición profética es un innovador,
¡y éste es a quien el murïd debe evitar! Destruye el corazón sin que uno sea
consciente. Esto se aplica también al verdadero creyente; su fe es algo precioso
y debe huir de los innovadores para evitar perderla. El Profeta —Dios colme de
bendición y de paz— dijo: "Renovad vuestra fe visitando a los amigos más
queridos." ‛¿Es que la fe se deteriora, Enviado de Dios?', preguntaron.
"Igual que se deterioran los vestídos", contestó."
Del mismo modo que el contacto con los amigos renueva la fe, el trato con los
innovadores la echa a perder y eclipsa su luz, pues "todo trato es un contrato", en todos los sentidos, sea luminoso o tenebroso. Quién siga la vía que evite el trato con quien atenta contra la Ley divina, como hicieron los antiguos santos, que abandonaban a las criaturas para preservar mejor su corazón y purificar sus luces.
Se cuenta que el califa al-Mansür se encontró con Sufyän al-Tavvrï y le
preguntó:
—¿Por qué no vienes a vemos Abü Abdalläh?
—Es Dios -—exaltado y glorificado sea- quien nos lo prohíbe al decir:
No recurráis a los tiranos pues el Fuego haría mella en vosotros (Corán: 11, 113).
En otra ocasión le mandó llamar y le dijo:
-Pídeme lo que necesites.
-¿Me lo vas a conceder? —contestó.
—Claro que si —dijo el califa.
~Lo que necesito es que no me mandes llamar si yo no vengo y que no me des nada si no te lo pido.
Se cuenta que le escribió a cierto hombre piadoso y le dijo:
"¡Hermano! Estamos en una época de la que los Compañeros del Enviado pedían a Dios que les protegiese a pesar del conocimiento y la elección divina que poseían y que nosotros hemos perdido. ¿Qué podríamos hacer con nuestro
escaso conocimiento, con nuestra poca paciencia, con nuestra falta de capacidad,
para obrar bien, vista la degeneración continua de los tiempos? Intenta pasar
desapercibido, pues en esta época no conviene tener relevancia alguna.
Procurar vivir en el mayor aislamiento y tener poco trato con la gente. Cuando la gente era temerosa de Dios, la compañía era provechosa; pero ese tiempo ya pasó y hoy la salvación consiste en aislarse tanto como sea posible [...] Sobre todo guárdate de los gobernantes: no les frecuentes, no trates ningún tipo de asunto con ellos. Te dirán que hay que interceder y ser compasivo o que hay que rechazar la depravación. ¡Embustes del Demonio! Sólo hablan así los hombres de religión que quieren tener vía libre para acercarse a la gente y sacar provecho de este mundo." A menudo decía: "En esta época ocúpate en exclusiva de tu alma y abandona a la gente."
Se cuenta que tras el fallecimiento del imam al­—GazãlÏ encontraron estos versos
debajo de su almohada:
Era un esclavo y la pasión mi soberano.
Me hice libre y la pasión es ahora mi criado.
Al aislarme me libré
Del mal que el hombre tiene.
No hay bien en el trato con la gente,
Y el ignorante no es igual que el sabio.
Si, por ignorancia, criticas mi aislamiento,
La razón en mi anillo he dejado.
En efecto, miraron su anillo y vieron escrito este versículo:
Hemos constatado que la mayoría incumple lo pactado y que una gran parte son perversos (Corán: 7, 102).
¡Hermano¡, si tal era el caso en su época, ¡qué decir de la nuestra! El murid ha de apartarse todo lo posible de quien sólo se fija en los detalles exteriores del Islam. El verdadero Islam [la sumisión] es abstenerse de todo lo indeseable, y esto abarca la excelencia de ambas moradas, con el fin de garantizar los intereses globales del hombre. Quien quiere hacer de la religión de Dios lo que no es, se expone a la Cólera divina. Ten cuidado si les tratas, puede que su desgracia caiga también sobre ti sin que te des cuenta. Dios ·—exaltado sea dice:
Poco a poco les arruinaremos sin que se den cuenta (Corán: 7, 182).
"Preserva tu integridad religiosa (dïn) y cuídate de los innovadores"
El innovador no es una persona fiable (amîn) para tu vida religiosa. Ten cuidado,murîd Si eres sincero y no quieres que te cause daño no le frecuentes. El innovador sólo pretende añadir novedades a tu religión, cuando en realidad son cosas ajenas a ella. En su compañía te comprometerás con su visión de la religión y, de acuerdo con las reglas de cortesía (adab), tendrás que actuar como el se comporta. Te parecerá que su proceder es correcto y, finalmente, acabarás por adaptarte a él de algún modo, pues el alma se inclina a la emulación por naturaleza. Quién desee estar a salvo en su religión que no juegue con ella, pues la religión es más valiosa para él que su propia persona.
¡Hermano!, sigue la vía del consenso tradicional (iŷtimā) y deja el camino
de los innovadores. La comunidad muhammadí ya ha concluido el proceso de
aclaración de la tradición profética (sunna). Ya lo han dejado bien claro para quien busca el camino correcto, no hay más que seguirla. Dios —exaltado sea- ha dicho:
Hoy os he completado vuestra religión, he consumado Mi gracia a vuestro respecto y Me complace que el Islam sea vuestra religión (Corán, 5:3).
"Sí el fogonero no te abrasa con su fuego te quemará con sus chispas»
Éste profundo aforismo está sacado de las palabras proféticas: "La mala compañía es como la del herrero, Sí no te quemas con su fuego, te mancha con su humo." Así son los que están privados de Dios, extraviados en los valles de la ruptura. Su trato supone un gran perjuicio, porque aunque no te llegue su fuego, que son sus pecados, te llegarán sus chispas, que es el hedor de su compañía y las
consecuencias de tratarles y complacerte con su estado.
"Toda relación produce un intercambio." Por ello se debe evitar el trato con
gente extraviada. "Cada sello deja su impronta" y "el trato siempre supone un tipo de afinidad." Cualquier persona inteligente no tiene necesidad de más explicaciones Sobre el daño que puede causar el trato con esta clase de gente.
Quien del perfumista viene su perfumee nos trae,
Quien del herrero viene con su hollín nos mancha.
Todo el mundo comparte con alguien sus creencias. Quien frecuenta a un tipo
de gente no tarda en seguir sus opiniones; quien anda alrededor de lo prohibido
termina por caer en ello. Por eso se dice:
Dime con quien andas
Y te diré quien eres.
Quien sea juicioso evitará el trato con quien tiene el corazón muerto, como el
lobo evita al león, por miedo a las consecuencias.
Se dice que "el hombre de Dios (dākir) que está con profanos es un profano
(gāfil)." Diferente es el caso de quien se conoce a sí mismo y sabe, con toda
evidencia, que por medio de su trato esa gente despertará de su estado. Se trata
entonces de alguien consolidado en la estación del conocimiento. Sólo el arif
puede permitirse tratar con gente profana con el fin de guiarles. Incluso puede
bromear con ellos para sustraerles de su estado; para sacarles y llevarles a la
virtud, como cuentan los relatos de algunos santos, que llegaban a ser más condescendientes con los pecadores que con la gente de virtud.
Unos judíos visitaron en una ocasión al maestro de nuestros maestros Mulāy
al—‛Arbï al—Darqawi —Dios esté satisfecho de él, que les acogió con hospitalidad, con amabilidad y con deferencia, les ofreció todo tipo de presentes y él mismo se encargó de servirles. Por consideración a ellos, y para que se sintieran a gusto, habló de las tradiciones del pueblo judío y del ilustre valor de sus profetas. Fue tal la cortesía con la que les trató que se ganó sus corazones y despertó en ellos el interés por el Islam. Cayó la noche y, al quedarse a solas, comentaron entre ellos la impresión que el Islam les había causado en su corazón. Tanta fue que decidieron que debían marcharse rápidamente si querían guardar su religión. Así que partieron sin informar al sayj. Cuando este volvió —Dios esté satisfecho de el- se apenó por su marcha y reprendió a los fuqarā` por haberles dejado partir sin más.
Los judíos se encontraron por el camino con un grupo discípulos suyos que
se dirigía a visitar a Mulāy al-Arbi. Los judíos les mostraron sus respetos y les dijeron: "Dad gracias a Dios por haberle encontrado, si hubiese diez hombres como el en el mundo, no quedarían judíos ni cristianos en la tierra."
Fíjate "Dios te bendiga— como es el trato de estos hombres tan nobles. ;Cómo
se esmeran y se rebajan con quien se considera un opositor! Eso se debe a su
búsqueda del bien, su deseo y su amor de realizarlo. Son los guías de las criaturas, y son compasivos con ellas. Únicamente pretenden salvarles del castigo divino que perfectamente conocen, y de forma que son condescendientes con quienes se encuentran expuestos a tales sufrimientos.
A veces son tolerantes con gente desvergonzada (sufahā) por otro motivo, que
es el disimulo (mudārā), tal y como se desprende de las palabras del Profeta ——-Dios colme de bendición y de paz: ‛‛Adaptaros al trato con la gente que os rodea" Se dice también: “Adáptate mientras estés en dominio ajeno"
Dice otro hadiz: “Somos complacientes con gentes a las que nuestro corazón
maldice al mismo tiempo”. Esto no significa frecuentarles ni familiarizarse con
ellos.
No olvides lo que te hemos dicho y no digas que tratas con gente profana con
el fin de guiarles. Tu obligación consiste en guiarte a tí mismo. Si les tratas serás incapaz de mantener el vínculo con tu Señor, ¡menos, aún, guiarles! Su naturaleza te arrastraría, pues están sólidamente arraigados en su estado. "El fuego infernal está rodeado de deseos" y ningún aviso sirve para sacudir a sus moradores de donde se encuentran, porque sus deseos les conmocionan. Él Paraíso, por el contrario "está rodeado de adversidades."
La mayor parte de las circunstancias que te rodean son para distraerte de tu
dedicación a Dios. Sino fuese por la protección divina (hifz) no podrías mantenerte y mucho menos si te dedicas a frecuentar a esa gente. Todo juega en contra tuya: tus demonios, tu alma y tus semejantes:
Demonios entre los genios y los hombres que se que se alientan unos a otros(Corán: 6, 112).
No podrás evitar perder tu estación y los pasos que diste en la vía espiritual. En lugar de hacia adelante los darás hacia atrás.
¡Hermano!, no le restes importancia a las advertencias que te he hecho, porque es algo bien comprobado: uno cae en aquello que ha oído pero no le ha prestado suficiente atención.
Del Fruto de las Palabras Inspiradas. Comentario a las enseñanzas de Abu Madyan de Sevilla, por el sheij Ahmad Al-Alawi. Almuzara, 2007.
Traducción del árabe de Juan José González.