El
abandono a Dios consiste en remitirse a lo que Él ha garantizado y sustituir el
movimiento (haraka) por el reposo (sukun)
Autor: Shaij
Al Alawi - Fuente: El fruto de las palabras inspiradas. Editorial Almuzara.
Sidi Ahmed Ibn Mustafa
Al Alawi
|
El abandono auténtico reside en la
confianza del siervo en su Señor, en la conformidad a Su voluntad, en la calma
de corazón ante lo que llega y en la ausencia de ansia por lo que se escapa. ¡Murid!,
no te afanes por lo que Otro se encarga de hacer por tí, como te dicen
las Hikam: "De lo que Otro se ocupa por tí, no te ocupes tú." (453)
El resultado de abandonarse a Dios es el descanso
del corazón de la fatiga de las pesadas cargas de esta vida. Ese es uno de los
secretos que Dios deposita en el corazón de quién ama de entre Sus criaturas.
Éste es el corazón que deja su propio gobierno (tadbir) por el gobierno de
Dios, su propia eleccción por Su elección y su propio conocimiento por el Conocimiento
Divino. Y exclama: ¡No tengo más dominio de mí mismo, para bien o para mal, que
el que Dios quiera(10:49)! Entonces obtiene la calma eterna y descansa en el
tapiz del abandono a Dios, mientras afirma: "De lo que Dios se ocupa, el
hombre está libre";(454) porque de lo que uno no puede desentenderse
sí que debe hacerse cargo. Dios -exaltado sea- anuncia a quién se abandone a
Él: No te pido que busques el sustento, Nós te sustentamos; y el resultado
final está con la piedad (20:132), Quién se abandona a Dios, Él le
basta (65:3).
Pon tu confianza en Dios respecto a tu sustento: lo
que sea para tí te llegará, a pesar de tu incapacidad; lo que no te corresponda
no lo obtendrás pese a tu capacidad. Quién se interesó por ti antes de tu
existencia y de que aparecieses en el mundo sensible sigue haciéndose cargo de
tí ahora. ¿No vas a dejarle que te gobierne si Él se preocupa de tí mejor
que tú?
Uno de aquellos que se han abandonado a Dios dijo:
¡Corazón!, confía en Dios,
Él es el que otorga y retiene.
Conténtate con sus decretos,
Porque a Dios has de volver.
¿Qué sabes de la Ciencia Divina?
El bien es la realidad presente
Y tus proyectos banalidades,
¡Deja de hacer planes!
Con estos versos me he referido a lo mismo:
La quietud interior (sukun) es un bien, una gracia.
Un secreto y una cortesía ante Dios.
Quién carece de confianza en Dios, siempre está
insatisfecho,
Angustiado y torturado por una ambición incesante.(455)
Dios -bendito y exaltado sea- dice a través de un
hadiz qudsi: "Servidor, sométete a Mi querer y te daré lo que tú
quieres. Pero si no te sometes a lo que Yo quiero, te haré padecer por lo que
tú quieres y, al fin, sólo será lo que Yo quiera."
Por otra parte, el abandono a Dios no es
incompatible con el hecho de ganarse la vida (kasb).(456) Lo que sí es
incompatible es ocupar el corazón con lo que Dios ha garantizado (madmun),
porque demuestra una falta de confianza en Dios y un enfrentamiennto a las
decisiones de la Señoría Divina. Esa actitud se vuelve contra el propio hombre,
que se ve contrariado a causa de sus proyectos, los cuales se convierten en un
motivo de perturbación de su vida.
Dijo Sahl b. 'Abdallah: "Dejad a un lado los
proyectos (tadbir) y las preferencias personales (ijtiyar), porque ambas cosas
perturban la vida del hombre."
Y Abu-l-Hassan al-Shadili: "Si queréis hacer proyectos, que vuestro
proyecto sea no hacer proyectos."
Ibn 'Ata 'Allah ha escrito un libro sobre este tema
que se titula Sobre el abandono de sí mismo (457) que encierra
todo lo que sobre este asunto el discípulo encontrará en otros libros. Su
lectura está especialmente indicada para todo aquel que esté vinculado a la vía
del sufismo (tariq al-qawm).
Notas:
453 Ibn 'Ata Allah, Hikam, nº 4
454 Alude al principio de la
enseñanza islámica particularmente desarrrollada en la vía shadili según
la cual los bienes que cada uno obtendrá en este mundo están garantizados
por la Promesa Divina, mientras que la salvación espiritual exige un
esfuerzo por conseguirla. Véase Ibn Ata 'Allah, Sobre el abandono...,
p 104.
455 No se encuentran en
el Diwan del Shaij
456 Es decir, el sustento (rizq)
o lo necesario para la supervivencia de cada criatura. Véase Ibn 'Ata
Allah, Sobre el abandono..., pp. 117 y siguientes.
457 El título original
del libro es Tanwir fi isqat al-tadbir; La iluminación en el abandono del
propio gobierno. La recomendación del Sahij coincide con la de Ibn 'Abbad
de Ronda (Ibn 'Abbad al-Rundi, Rasa'il al-Sugra, ed. de Paul
Nwya, p. 102), que considera este libro como la quinta esencia del sufismo.
Véase también bibliografía sobre Ibn 'Ata 'Allah.